domingo, 16 de noviembre de 2014

LA DOBLE ESTÁNDAR MORAL

La doble moral es considerada como un antivalor que indica incoherencia, inconsistencia y falta de transparencia, ya que se trata de decir una cosa y hacer otra totalmente opuesta, en pocas palabras es negar con hechos lo que se expresa con palabras.

Teniendo este concepto en claro podemos decir que casi todo el manejo que han tenido las industrias farmacéuticas responden a una doble moral, porque si bien en un principio la industria farmacéutica conjuntamente con los médicos empezaron persiguiendo el mismo objetivo el de curar o por lo menos mejorar la calidad de vida de las personas enfermas a través de medicamentos, objetivo que en los últimos años ha dejado de ser el primordial ya que actualmente las industrias farmacéuticas se preocupan más por generar ganacias aún a costa de salvar vidas.

Por ello es que muchas personas denominaron a esta industria, la industria de la muerte, mafia farmecéutica, bioterrorismo, entre otras. Ello se debe a que esta industria es acusada principalmente por:

Crear enfermedades para generar una necesidad basada en el miedo mediante el cuál empujan a la población a adquirir sus medicamentos lo cuál se traduce en aumentos de ganancias.
Por ejemplo en el caso de las enfermedades como la gripe avial y porcina que en el último siglo causo gran revuelo a nivel mundial, llamando la atención de chicos y grandes, recordemos que la OMS en setiembre del 2005 dijo que habrían 7.4 millones de muertes causadas por la gripe avial, pero entre el 2003 y 2009 el número de muertes a nivel mundial solo ascendio a 272, cuando solamente la gripe normal mata a 500 mil personas por año a nivel mundial, pero todo ello se exageró, para crear miedo en la población que pedía justamente que encontrasen la cura, cura que apareció con el Tamiflu, medicamento que se patento en 1996 por Gilead, el cuál era un medicamento para diversos tipos de gripe. Pues bien resulta curioso que un medicamento creado en 1996 pueda curar una nueva enfermedad que aparece cerca de 8 años después. Ello resulta curioso por lo oportuno que es, pero creendo en las casualidades de la vida consideremos que es una salvación el nuevo beneficio de dicho medicamento; que fué lo que impulso a un alto ejecutivo como Marijn Dekkers, Director Ejecutivo de BAYER quien durante el litigio emprendido por Novartis contra la ley de patentes de India realiza un ejercicio de franqueza expresando lo siguiente:


Ahora entendemos porque en países pobres existe una carencia de medicamentos para enfermedades como la malaria, diarrea, sarampión o neumonía, enfermedades que según datos de la OMS cobran la vida de 30 mil personas al día, personas que en su mayoría  se encuentran en el continente Africano, lugar en el que se encuentran gran parte de los países cuyos ingresos son bajos y en el que según el BM (Banco Mundial) la incidencia de pobreza es de 46.8% y que además las esperanza de vida no sobrepasa los 50 años, lo cuál según la OMS se debe a que 4 de cada 10 muertes ocurren en niños menores de 15 años, muertes que en su mayoría son causadas por infecciones de vias respiratorias bajas, SIDA/VIH, enfermedades diarréicas, paludismo y tuberculosis.

O quizas tomemos la afirmación realizada en 1976 por Henry Hadmann, Director de MERCK, quien expresa lo siguiente:



Considerando estos actos de honestidad de importantes CEOs de empresas farmacéuticas de gran renombre nos volvemos a preguntar si es que realmente aún conservan aunque sea el más minimo interes por salvar vidas. Recordemos que el motivo por el que se crean las empresas es lucrativo, motivo por el cual estas grandes compañias internacionales no son juzgadas, sino es más bien que se les acusa de que perdieron la ética y empezaron a priorizar más el ámbito económico y olvidaron que al otro lado de sus acciones se encuentran miles de personas que pagan con su vida los jugozos bonos de productividad que reciben producto de continuar sosteniendo un engaño que así como lo afirma el Dr. John Virapen que después de trabajar por 35 años en la industria sale a confesar verdades muy crudas y duras que muchos médicos se ven forzados a realizar cuando llegan a altos cargos ejecutivos, como él, quien llego a ser Gerente General en una empresa de capital Sueca llamada Eli Lili & Company.



El Dr. John Virapen confiesa que para no ver afectada su carrera a causa de la aprobación de PROZAC tuvo que sorbornar al gobierno de Suecia, país que tiene la reputación de ser el más transparente en el mundo y que además cuenta con el premio nobel de medicina. Esto último nos lleva a pensar que hasta los gobiernos que dicen proteger a su población también tiene una doble moral al igual que las farmacéuticas que también dicen la misma mentira.

4 comentarios:

  1. En mi opinión, las industrias farmacéuticas son unos de los negocios mas rentables debido a las ganancias generadas por las patentes, ya que estas obligan al cliente a pagar un precio excesivo por un medicamento porque estos no pueden poner en juego su salud. Esto demuestra la doble moral de las industrias farmacéuticas que por un lado buscan desarrollar nuevos medicamentos para combatir enfermedades pero por otro lado se benefician económicamente por las ganancias generadas.

    Janine Luque

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  2. Definitivamente la doble moral es una de las practicas de algunas de las empresas que conforman la industria farmacéutica, por un lado buscan crear medicinas que ayuden a la sociedad a combatir enfermedades y tener buena salud, y por otro lado esta como la comercializan muchas veces con precios inflados para beneficios de ellos mismo. sin embargo hay otras que si se comprometen con generar obras que beneficien a los mas necesitados y de pocos recursos, es relativo.

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  3. Respecto a la intensidad moral, el hecho que las empresas farmacéuticas invierten el doble en la parte comercial de los productos que en investigar curas para las enfermedades. Esto se puede relacionar con el factor magnitud de las consecuencias. Dichas entidades se encuentran tan enfocadas en generar dinero, que no se dan cuenta de lo mucho que ésta “falta de inversión” en descubrir las curas afecta en las vidas de las personas.

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  4. Ciertamente, las industrias farmacéuticas aplicaron la doble moral, pretendiendo ser empresas con mucha ética y valorando la salud del ser humano con la comercialización de sus medicamentos. Sin embargo, este concepto solo iba dirigido a sectores exclusivos, es decir, solo a los occidentales que como un representante declaro que solo ellos pueden pagarlo. Si bien la mayoría de empresas tienen como objetivo generar ingresos y ganancias, pienso que nunca se debe perder el lado humano y ético de las cosas. Este caso sucedió todo lo contrario, cada cual pensó en beneficio propio para llenar sus bolsillos y no tener una mentalidad global de que todas las personas tenemos el derecho a la salud y acceder a un sistema integrado para poder ser atendidos ante alguna enfermedad. (Victoria Terrones)

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